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"El que me ve desde ahí no ve una persona, ve un crimen. No soy David Gale. Soy un asesino y un violador al que ejecutaran dentro de 4 días. Esta aquí, porque quiero que me recuerden tanto por mi forma de llevar mi vida, como por la forma en que moriré."
Esas son las primeras palabras de David Gale (Kevin Spacey) a Bitsey Bloom (Kate Winslet) en la sala de visitas del departamento correccional de Texas.
El, profesor universitario, padre de familia, activista contra la pena de muerte, irónicamente se ve a la espera de su ejecución por el crimen de su amiga y colega Constance (Laura Linney).
Ella, una tenaz e inteligente periodista, que a través de una entrevista tiene escasos días para conocer su vida.
A lo largo de la historia, Alan Parker (Director de genialidades como The Wall y El Expreso de medianoche) muestra una duda constante sobre la veracidad de los hechos y es ahí donde entra en juego nuestra reportera que tratara de encontrar la claridad entre testimonios, evidencia y sentido común.
Está es una obra cinematográfica en la cual no sobresale ningún actor y es gracias a su trama que realmente uno queda condenado a no mover la vista de la pantalla.
Una clase abierta en formato fílmico sobre lealtad y compromiso a los
ideales. Algo que esta muy vapuleado por estos tiempos.
La intriga a flor de piel, quitándonos el habla en el último segundo de la película...
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